Las inscripciones para ir al secundario cerraron hace casi cuatro meses y las clases comenzaron en todo el país, pero en muchas escuelas continuó la llegada de familias que llevan a inscribir a sus hijos para poder cobrar la asignación universal.
La decisión política de la Presidencia de la Nación de atar esa ayuda social al certificado de escolaridad de niños y jóvenes, tal como se anunció en octubre pasado, obligó a las autoridades educativas de las provincias a acelerar y a veces a improvisar algunas estrategias que tenían previsto implementar a lo largo de dos o tres años, para cumplir con la ley de educación que establece el secundario obligatorio.La semana pasada, en reunión del Consejo Federal, los ministros de Educación se apresuraron a consensuar una resolución que los autoriza a implementar este año y el que viene alternativas para poder inscribir a los menores de 18 años que estén fuera del sistema y busquen poder recibir la asignación del gobierno.
La resolución describe tres propuestas entre las que podrán optar los ministros provinciales, y que deberán estar implementadas dentro de un mes. Se trata de los ciclos lectivos de agosto a agosto; las "aulas de aceleración", en las que los profesores garantizan el dictado en menor tiempo que el habitual de los contenidos básicos de la currícula, o las "aulas multigrado" que caracterizan a las escuelas rurales en las que alumnos de distintos niveles comparten docente y aula. leer completo en La Nación