PIDEN A LA NACIÓN QUE PROHÍBA
LA FUMIGACIÓN AÉREA
TAMBIÉN SOLICITAN QUE SE RESTRINJA
LA APLICACIÓN TERRESTRE
El
27 y 28 se realizó el primer Encuentro Nacional de Médicos de Pueblos
Fumigados en el Pabellón Argentina de la Universidad Nacional de
Córdoba. Expusieron profesionales de la salud sobre las enfermedades
ocasionadas por el uso de agrotóxicos, especialmente el glifosato.
Expusieron médicos de la provincia de Santa Fe, Chaco, Misiones y
Córdoba.
El
pediatra Rodolfo Páramo explicó sus trabajos en el norte de la
provincia de Santa Fe y recalcó, de modo eufórico, los intereses
económicos y la falta de humanidad de los ingenieros agrónomos a quienes
calificó de “genocidas”. Sobre los efectos de los agrotóxicos, narró
los problemas respiratorios y de piel que presenta la población de
Malabrigo,
Coni
Fita, directora del Registro de Tumores Córdoba; Analía Otaño,
integrante de la Red Salud Popular y delegada del Ministerio de Salud de
la Nación en el Chaco; María del Pilar Díaz, directora de Epidemiología
Ambiental del Cáncer de la UNC , entre otros, explicaron la relación
entre el cáncer y el
agrotóxico. Gladys Trombotto, genetista en la Maternidad Nacional brindó
datos específicos sobre el aumento de malformaciones por la utilización
de insecticidas: de 700.000 niños que nacen en Argentina, 21.000 tienen
malformaciones. A nivel provincial, no hay vigilancia epidemiológica ni
en barrio Ituzaingó ni en Montecristo. Agregó que en Córdoba y Santa Fe
se utilizan más de 160 millones de litros de agrotóxicos, con efectos
como pubertad anticipada, diabetes, daño renal hepático e intestinal.
Hugo
Gómez Demaio, Jefe del Servicio de Pediatría de Posadas, Misiones
demostró, mediante imágenes y relatos estremecedores, las secuelas
provocadas por los químicos en la provincia del nordeste. Criticó a los
productores de soja así como a todos los productos vinculados a la
actividad agropecuaria. Aseguró que es altamente nocivo consumir todo lo
relacionado con Monsanto, Cargil, Nestle, Unilever con Agro y Ades.
Exigió: “Soberanía alimentaria y distribución alimentaria equitativa”.
LOS EQUIPOS MÉDICOS DE PUEBLOS FUMIGADOS ENVIARON UNA CARTA A CRISTINA FERNÁNDEZ leer más
Entrevista a Marie Monique Robin, directora de “El mundo según Monsanto”
Por Iara Houghton
Hija
de agricultores, periodista y cineasta, Marie Monique Robin se declara
“una amante de las cosas bellas de la vida”. Investigadora ferviente y
tenaz, en su última película desenmascara a la multinacional que controla el 80% de la producción de semillas transgénicas en el mundo: el gigante
Monsanto.
-¿Cómo es el mundo según Monsanto?
-Es
un mundo donde la producción agrícola está en manos de una
multinacional. Es un mundo donde Monsanto controla las semillas a través
de los transgénicos. Y es un mundo con poca biodiversidad, con
problemas jurídico-legales y con una contaminación ambiental muy fuerte.
-¿Cómo hemos podido llegar a este extremo? ¿Cómo nos hemos dejado embaucar?
-Las
semillas transgénicas tienen una particularidad: se pueden patentar.
Hace 30 años ningún organismo vivo se podía patentar. Los OMG’s son una
desviación en el sistema de patentes, porque antes se podía patentar
una invención técnica, una máquina, un proceso industrial... ¡pero no
un organismo vivo! Patentar los transgénicos significa que los
agricultores que siembran OMG’s no pueden conservar una parte de su
cosecha, como se suele hacer en muchas partes del mundo, sino que
tienen que comprar cada año nuevas semillas.
CONTROL AGRARIO
-¿Y quién controla que los campesinos no puedan guardar una parte de su cosecha?
-En
EE.UU. y Canadá, Monsanto ha creado lo que se conoce como la “policía
de los genes”. Son detectives privados contratados por la multinacional
para verificar que los agricultores que cultivan OMG’S han pagado sus
semillas. Llegan al terreno, verifican la semilla, piden las facturas
y, si el agricultor no las tiene, empieza un juicio que Monsanto gana
casi siempre. En EE.UU. casi no hay alternativa. También se ha creado
una línea telefónica gratis “el numero verde” donde cualquiera puede
llamar para denunciar a su vecino.
-¿Qué efectos tienen sobre nuestra salud los OMG’s?
-Las
semillas de Monsanto son de dos clases. El primer tipo es el caso de
la soja. Son plantas manipuladas genéticamente para poder ser fumigadas
con Roundup, el herbicida más utilizado en el mundo. El Roundup
pertenece a Monsanto y se anunciaba con publicidad engañosa, pues se
decía que era “biodegradable”. Se ha comprobado que produce cáncer y es
un disruptor endocrino muy potente. La segunda clase se compone por las
semillas suicida como el maíz transgénico MON 810. Son plantas que
producen un insecticida por ellas mismas: el denominado insecticida Bt.
Este insecticida es intrínseco a la planta y lo consumen los insectos y
los humanos. Estudios científicos han demostrado que el insecticida Bt
puede producir problemas hepáticos, renales, metabólicos y de
fertilidad en los animales.
-En la UE, acaba de ser aprobada la patata transgénica “Amflora”, después de 12 años de moratoria.
-El
cultivo de la patata Amflora, a pesar de que su uso sólo está
destinado a almidón y productos industriales, es un retroceso increíble
que no podemos permitir. Al principio en la UE se tomó como base el
principio de equivalencia y se aceptaron los OMG’S, pero a finales de
los 90 la resistencia de la sociedad civil, encabezada por Greenpeace,
obligó a la UE a decretar una moratoria. Hoy en día no se cultivan pero
estamos importando OMG’S soja transgénica, sobre todo, para alimentar
a nuestros animales en las granjas industriales. Para poder cultivar
hay que pedir un permiso y pasar por la EPSA (autoridad europea de la
seguridad alimentaria). El conflicto de intereses es muy fuerte. A día
de hoy no hay ningún cultivo de OMG’S en Europa excepto en España, sobre
todo en Catalunya y Aragón.
-¿Qué pasa en España? ¿Por qué esta falta de conciencia? leer completo