El maestro Por Claudia Rafael

Ariel Rodríguez es maestro. Aunque suele hacer malabares entre el guardapolvos blanco y el traje multicolor y brillante de la murga. Es el referente de la Juventud de la CTA en Olavarría y se lo suele ver caminando en las noches, entre pibes con gorrita y morochez en la piel, cuando salen al boliche y los uniformes se preparan para marcar sus fronteras.

“A este pendejo lo vamos a hacer mierda”, escuchó que decía la mujer policía mientras tenía contra el asfalto duro y frío al pibe al que acusaban de robar una bicicleta. Ariel se quiso interponer con los argumentos de la democracia y la constitución: “yo soy maestro, vos sos policía. Somos agentes del Estado y tenemos otras formas para trabajar”. Su discurso -de una enorme candidez ante el brazo represor- insistió: “yo pertenezco a la APDH (Asamblea Permanente por los Derechos Humanos)”.
Bastó esa definición para la arremetida. “Me empezaron a decir de todo. Estaban fuera de sí. Parecían sacados. Los dos por igual. Me retuercen de tal manera los brazos que empiezo a gritar por el dolor en el brazo izquierdo. Parecía que se me salía. Yo les dije que dejaran de pegarme que me metía solo en el móvil. Ahí es como que se olvidaron del chico y el problema había pasado a ser yo. Además de esposarme, me golpean contra todos lados. Tanto el que manejaba como ella golpeaban ese vidrio o plástico que divide y me seguían gritando y amenazando. En la Comisaría Primera me bajan mal. A los palos, a los empujones. Haciéndome pedazos los brazos, me meten adentro de la comisaría y me sientan en el pasillo. Y me dan a entender que estoy detenido por defender a los chorros”.
Les pedí que me aflojaran las esposas y me las ajustaron más. Tenía las muñecas hinchadas”...
...Ariel Rodríguez estuvo detenido en la comisaría entre las cinco de la tarde y las nueve de la noche. En la misma comisaría en que hace apenas unas décadas funcionó un centro clandestino de detención en pleno centro de la ciudad... ... “La policía no anda mal. Anda bien porque hace lo que le piden que haga: recauda para la caja política y reprime cuando hace falta”, escribió Alejandra Vallespir... ...No hay políticas dentro del sistema que permitan modificar lo que es funcional a su subsistencia.leer completo en Ag. Inf. Pelota de Trapo