No queremos soñar con una escuela pública con dignidad. La queremos ya.


Con preocupación, malestar y un profundo rechazo por parte de las comunidades educativas se recibió el pasado lunes la Resolución 937/11 del CGE, que disponía la recategorización de escuelas. En total, en toda la provincia, 89 escuelas bajaban de categoría mientras que sólo 55 ascendían. No se trataba sólo de una cuestión administrativa: los establecimientos que bajaban de categoría tendrían menos recursos económicos y humanos, y como se trataba de establecimientos que atendían a la población más vulnerable, el retaceo de recursos tendía a afirmar la lógica de la exclusión.
Apenas tomó conocimiento de esta Resolución, AGMER manifestó su rechazo, advirtiendo que su aplicación acarrearía serios problemas a los establecimientos que descienden en su clasificación. La vocal gremial en el CGE, Susana Cogno, señaló en un comunicado la necesidad de “avanzar en un proceso de discusión que remita a criterios integrales y no sólo de matrícula” a la hora de clasificar los establecimientos.
A raíz de la categórica reacción de las comunidades educativas afectadas, y la rápida movilización de AGMER en contra de esta Resolución, el CGE suspendió el pasado miércoles el anexo de esa normativa, emitiendo la Resolución 1013, que da de baja el anexo 2 de la 937, donde figuran las escuelas de distintos departamentos a las que se bajaba de categoría, al tiempo que mantiene plena vigencia el anexo 1, que detalla las instituciones que suben de categoría.
De acuerdo al texto de la Resolución 1013, la baja de categoría queda suspendida “hasta tanto los establecimientos educativos efectúen la presentación de la nueva planilla de organización institucional”.
En este marco, el día de la fecha, la comunidad educativa de Paraná con la presencia de la seccional Villaguay  dieron una clara muestra de quienes son los involucrados en cada una de las medidas que desde el CGE se toman como si sólo de números se tratara.
Los gurises al frente.

Manitos pequeñas eran esta vez las que portaban los carteles. Los hijos del pueblo, los más vulnerados y desprotegidos, los hijos de la escuela pública  junto a sus padres y madres, marcharon junto a los maestros. No iban “acompañando” una lucha de “otros”. Padres, maestros y alumnos marchamos junto por la escuela pública, por la dignidad, contra el atropello. La síntesis de la jornada de lucha puede estar en la palabras de una mamá: ““No me gusta que a mis hijos los traten como si fuesen números, porque ellos y ustedes son personas; son como dicen en los documentos que nos envían para trabajar ‘sujetos de derecho’. Y por eso, debemos exigir que los respeten, porque ellos no son números. Exijamos que lo que dice el gobierno se concretice. No dejemos de luchar por nuestros hijos y su futuro”.
El poder intentó invisibilizar la marcha de los gurises del pueblo con sus padres y maestros a través de prensa paga. Los funcionarios sin respuesta jugando a las elecciones de la partidocracia, mientras la agenda de la escuela pública sigue esperando por:
·         Políticas integrales para tener a todos los chicos en las escuelas
·         Legislación actualizada que de cuenta de la realidad socioeducativa
·         Más presupuesto educativo
·         Salario y condiciones laborales de dignidad
·         Aumento de las partidas de comedores y de limpieza
·         Creación de todos los cargos y horas cátedras necesarios
·         Estabilidad  laboral
·         Control periódico de la salud laboral
·         Infraestructura y condiciones de higiene y seguridad en todos los establecimientos educativos
Comisión Directiva Central de AGMER
ESCUELA PUBLICA SIEMPRE
8 abril 2011