El Estado argentino hoy no tendrá mucho para aplaudir cuando se festeje, según lo dispuesto por las Naciones Unidas, el Día Internacional de Lucha contra la Corrupción. Si se mide en términos numéricos, el padecimiento del país es escalofriante: entre 1980 y 2007 la Argentina perdió 13.000 millones de dólares por la corrupción de sus funcionarios. Y si se mide en términos abstractos, el Estado tiene una importante deuda en materia de credibilidad de sus organismos públicos y en relación con el cumplimiento de las normativas tendientes a dar mayor transparencia.
13.000 millones de dólares no parecen haber significado atenuante alguno para instrumentar medidas más duras de lucha contra los funcionarios corruptos.
El estudio realizado por el Cipce, una ONG argentina que hizo un seguimiento de 750 causas de corrupción en el Estado. Allí se tuvo en cuenta también que en los últimos 25 años los jueces federales sólo condenaron el 5% de los delitos económicos que investigan.
El último informe de Transparencia Internacional, presentado hace menos de dos meses, determinó que nuuestro paías se encuentra en el puesto 106 entre 180 países en materia de transparencia. leer nota completa