“aquel que se
entristece cuando todo mejora, o se preocupa cuando todo está tranquilo, puede
ser un melancólico o un paranoico. Pero también puede ser un profeta”
(Aforismo
implicado)
El 13 de
diciembre la Asociación Taxistas de Capital emitió el siguiente comunicado:
Utilizando de manera miserable las necesidades de quienes viven hacinados en las
villas, de los más desprotegidos, de quienes más han sufrido y aún sufren las
consecuencias de políticas y crisis de las que no son culpables, el macrismo en
alianza con el duhaldismo armó una provocación, con tufo electoral, contra la
gente y contra el Gobierno Nacional. Primero fue la información de Rodríguez
Larreta de que se iban a entregar miles de títulos de propiedad el año próximo
en las villas, a continuación se lanzaron los punteros de Macri- Ritondo a
agitar la ocupación (entre esos punteros se encuentra Miguel Ángel Rodríguez, el
Turco, o el Comandante, de triste memoria para los taxistas de la Ciudad), más
tarde el paso fue armar la represión, la “oficial” (la de la Federal y la
Metropolitana) y la de las patotas de barrabravas y matones sindicales que dejó
un saldo de 3 muertos (todos del lado de los ocupantes). (Macri) Mintiendo
alevosamente agitó los “riesgos” de la inmigración “ilegal”, de narcos
(ocultando que los verdaderos narcos habitan otros barrios y countries más
pudientes), de nuestros hermanos latinoamericanos. Esta es una vieja historia
que se repite; hace tiempo y también ahora, se discriminó a nuestra gente del
interior, los “cabecitas negras”, antes que a ellos a los “gallegos”, “tanos”, y
“rusos” desplazados de la Europa hambrienta, y todavía antes y aún hoy a
nuestros pueblos originarios. Es un discurso y un plan de esencia nazifacista
contra los pobres que “ocupan” pero obviando a los “ocupas bien” que se
apoderaron de amplios terrenos públicos en Palermo (la Sociedad Rural incluida)
y frente al Río de la Plata. ATC 166 31/12/10. Página 4. leer completo en Voz Entrerriana