Cuando las chapas se vuelan, los postes de luz y árboles caen, cuando las ventanas se azotan y los vidrios se rompen, uno no puede detenerse a pensar… Son fenómenos que nos hacen sentir su trascendencia y el individuo, "nuestro yo" en la tormenta: ínfimo, vulnerable, indefenso…
Hoy publicó AIM un informe desconsolador del responsable del programa de Medio Ambiente de la ONU, Achim Steiner, sobre el impacto del aumento de las temperaturas: … “el aumento de temperaturas podría incrementar los riesgos de "mortalidad, contaminación, catástrofes naturales y enfermedades infecciosas"… … la regiones costeras y bajas se inundarán debido al aumento del nivel de los mares, y que islas enteras están condenadas a desaparecer. Las temperaturas globales más altas cambiarán los rendimientos de las cosechas, incrementarán el hambre y las enfermedades. Más olas de calor y tormentas más intensas causarán más muertes. Y los cambios en los ecosistemas implicarán la extinción de innumerables especies. "Incluso un aumento de medio metro en los niveles de mar tendría efectos catastróficos…
…El impacto del cambio climático será importante en el continente americano, que estará expuesto a más tormentas y olas de calor. América latina será la región más afectada, ya que además sufrirá sequías, extinción de especies y hambre… leer nota
Es en este contexto global donde debemos pensar la tormenta que asoló nuestra ciudad, o las vecinas ciudades de Colón o Gualeguay, y es en este contexto donde debemos ubicar la noticia que nos alerta sobre las intensas tormentas continuarán durante el verano, y también el terremoto en Haití, las tormentas del Niño y los Tsunamis...
Y es en este contexto que resulta risorio, cuando no indignante, que el presidente de los E.E.U.U., principal país junto con china en no comprometerse a un acuerdo serio en relación al clima en la Cumbre de Copenhague, hoy se ponga al frente de los esfuerzos mundiales para socorrer a los damnificados en Haití...
Usted Barack Obama, junto a Bush y el resto de los mandatarios de todos los países que no se comprometen en cuidar nuestro mundo, son resoponsables directos de las víctimas y consecuencias por estos y futuros desastres climáticos...
Y nosotros, que a veces en la tormenta nos sentimos ínfimos, trascendidos, vulnerables e indefensos, tenemos la natural tendencia a la solidaridad y a juntarnos ante la adversidad... Ahi reside nuestra fuerza y ahí debemos focalizar nuestros esfuerzos...