Los días 3 y 4 de marzo se realizó en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el Primer Plenario de Delegados de la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina. En el mismo, los delegados definieron exigir un salario mínimo vital y móvil (SMV) para categoría inicial de $4000, por la que se mantienen en estado de "alerta y movilización". Esta cifra surge del estudio realizado por la Escuela de Estadísticas de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Rosario, que excede los cálculos del Consejo del Salario Mínimo y contempla el cumplimiento del SMV. Este encuentro histórico -el primero en décadas de la Federación en el que participan delegados de base- estuvo atravesado por la formación sindical en defensa de los derechos de los trabajadores a la hora de discutir cómo se reparte la riqueza.
El Salario Mínimo Vital y Móvil es un derecho obrero defendido por las convenciones colectivas de trabajo y el Artículo 14 bis de la Constitución Nacional. El Decreto 33.302 de 1945 define: "salario vital mínimo es la remuneración del trabajo que permite asegurar en cada zona, al empleado y obrero y a su familia, alimentación adecuada, vivienda higiénica, vestuario, educación de los hijos, asistencia sanitaria, transporte o movilidad, previsión, vacaciones y recreaciones".
"La Argentina violó este principio sobre todo a partir de 1976 y la era menemista. Porque se impuso la teoría opuesta a ésta, la del capitalismo primitivo, del patrón de estancia, del dueño de la fábrica, la de la omnipotencia del capital que dice: el salario lo fijo yo y yo soy el mercado, vos trabajá por tanto y si no te gusta, te vas", historió el Doctor Horacio Zamboni, asesor legal de la FTCIODyA. leer en Indymedia