“La infiltración de este servicio en nuestro partido confirma que el aparato represivo siguió actuando todos estos años” Vilma Ripoll
La publicación de la lista de los miembros del Batallón 601 en dictadura dejó al descubierto una situación inesperada: algunos de sus agentes de inteligencia continúan infiltrados en partidos políticos y organizaciones sociales, aunque la Ley de Defensa de la Democracia lo prohíbe. Lo que para muchos era una sospecha se acaba de confirmar en Neuquén, donde un referente del partido de izquierda MST apareció en la nómina, secreta hasta hace algunas semanas. Desde 1983, el supuesto militante también formó parte del PC y del MAS local, encabezó marchas y protestas, y escribió artículos en revistas partidarias. Su doble vida era desconocida hasta para su propia familia.
“Raúl Alejandro Tarifeño. Agente de Reunión de Información del Destacamento de Inteligencia 182. 1976-1983”, dice uno de los 4300 renglones de la lista que el Gobierno nacional acaba de desclasificar. El dato llegó a manos de los militantes del Movimiento Socialista de los Trabajadores, quienes aún no salen del asombro. “Jamás sospeché algo así. Jamás”, dice la ex legisladora del MST, Vilma Ripoll, quien compartió movilizaciones y reuniones con Tarifeño. “La infiltración de este servicio en nuestro partido confirma que el aparato represivo siguió actuando todos estos años” Leer nota completa en Crítica