Enemigos de la educación - Los métodos antidemocráticos de Mary Córdoba



Por Santiago Joaquín García.

Una directora departamental de escuelas (puesta a dedo), que aprieta directivos, extorsiona docentes y silencia protestas por infraestructura, entre otras cosas.

Los docentes entrerrianos viven momentos difíciles. El gobernador Sergio Urribarri, y su ministro de economía Diego Valiero, hacen alardes permanentes sobre el estado de las cuentas de la provincia. A pesar de que Entre Ríos recibe mucho menos dinero de lo que le correspondería por impuestos, gracias a los unitarios pactos fiscales menemistas, ellos afirman que les sobra plata. Sin embargo, cuando los estatales o los docentes reclaman por aumentos de sueldo que se acerquen a la canasta familiar, en un país que lleva más de ocho años de crecimiento económico, se terminan los discursos progresistas.

La guerra contra AGMER

Uno de los gremios que se lleva los peores castigos, por no subordinarse a la patronal como otros, es el de los docentes. Y por esa actitud, el gobierno provincial destina sus mayores esfuerzos en doblegar su lucha. No sólo mantiene el diálogo cerrado, sino que extorsiona de manera ilegal a los que deciden protestar. Los abusivos descuentos que se aplican en cada paro, demuestran que la única forma de intentar frenar la lucha, es violando un derecho constitucional como lo es el derecho a huelga. Es decir, que la bronca está, pero sólo mediante amenazas se intenta evitar que sigan endureciéndose los reclamos. Todo un ejemplo de democracia, en un gobierno que se prende en la moda de la estética Nac&Pop.

Los directores departamentales: el caso Uruguay

El mecanismo que han encontrado para pisotear la Constitución, dirigido por la ex funcionaria menemista y actual Presidenta del Consejo General de Educación, Graciela Bar, es el de las listas negras. Cada docente que para, debe ser informado con nombre y apellido por el directivo de su escuela. “Si no mandamos los listados, nos llaman de Departamental para apretarnos” -nos explica un directivo de una escuela del departamento, del cual reservamos su identidad por razones obvias. El sistema informático que utilizan no permite cargar porcentajes de adhesión, y los obliga a exponer a sus propios compañeros. “Si no cargás, son capaces de hacer descuentos masivos. Aparentemente, ya lo han hecho en algunas escuelas” -agregó.

La encargada de estas prácticas, es la Profesora Mary Tourfiní de Córdoba, Directora Departamental de Escuelas de Uruguay. Su papel de policía, lo cumple a cambio de un suculento sueldo, que aumenta a un ritmo muy superior al de los docentes, y por el cual no tuvo que pasar ningún concurso. Mientras que la suplencia más insignificante debe pasar por normativas con estrictos controles administrativos, al cargo más alto del Departamento se accede lisa y llanamente a dedo.

Otros servicios para la corona

Aunque lo dicho anteriormente es suficiente, es importante ampliar las labores de estos enemigos de la educación. Además de las extorsiones y los aprietes, Mary Córdoba intenta silenciar los reclamos por infraestructura. “No quiere que nada llegue a los medios” -comentó otro de los docentes consultados. De esta forma, las aulas inundadas, las paredes en mal estado, la falta de calefacción, la falta de agua, las aulas improvisadas, pasan por su filtro; y aunque no tengan solución satisfactoria, pocas veces alcanzan notoriedad.

Finalmente, cabe destacar que su actitud de “autoritarismo puro”, la ha llevado a “arruinar concursos, burlarse de docentes que no cumplen con tal o cual condición, y cosas peores, que sin pruebas no se pueden decir” - destacó un docente con larga trayectoria. Como no podría ser de otra manera en este Gobierno, su servicio de rompehuelgas ha tenido reconocimiento político. Figura como candidata a senadora provincial suplente, en la boleta oficial de Sergio Urribarri y José Eduardo Lauritto. Tal vez, sea poco premio para tanta obsecuencia.

Derrotar los aprietes

El panorama es complejo, pero “no podemos quedarnos de brazos cruzados, con semejante inflación que se nos vino encima” - explicó uno de los profesores perjudicados por los ilegales descuentos. Consultado por los posibles caminos a seguir, opinó que “hay que cambiar solidaridad por individualismo, hacer de cada escuela una esfera de compañerismo”. Y agregó que se puede “lograr que los directivos se sientan respaldados por los docentes, para derrotar entre todos los descuentos”.

Nos merecemos una sociedad donde la escuela se defienda y fortalezca con el mayor de los compromisos, y donde no haya lugar para los enemigos de la educación. Desde este humilde espacio, intentaremos seguir aportando nuestro granito de arena para que la democracia le gane al autoritarismo, informándoles a los directivos, por ejemplo, que hasta ahora ninguno ha sido sancionado en la provincia (no podrían serlo) por “no buchonear” a sus compañeros de trabajo, y cada vez son más los que no lo hacen.

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