América: Amaranto (quinua), un tesoro de semillas americanas

El grano de amaranto, alimento sagrado de los mayas y base fundamental de la dieta incaica, se incorporó al Código Alimentario Argentino a principio de los años ’90, mucho después que la NASA decidiera utilizarlo en la alimentación de sus astronautas.
Debieron pasar cinco siglos, para que se recuperara algo de la soberanía alimentaria de las comunidades indígenas. Irónicamente, mientras los estudios de la Academia de Ciencias de Estados Unidos y de otros organismos europeos se ocupan del rescate y difusión de este cultivo, la mayoría de los argentinos desconoce las propiedades y ventajas del “súper cereal”.

El amaranto constituye una muy buena alternativa de cultivo en nuestro país —especialmente en la zona semiárida— porque no tiene grandes requerimientos de agua; su alto valor nutritivo lo convierte en una herramienta fundamental en la lucha contra la desnutrición y, por ser un producto que muestra una creciente demanda internacional, posibilitaría frenar el constante aumento de la producción sojera. leer más en Otro Uruguay es Posible