Mientras solemnes jueces con peluca redactan en La Haya sus dictámenes sobre el diferendo entre la Argentina y el Uruguay por la instalación de la pastera en Fray Bentos, la pastera sigue funcionando. Día y noche, sigue funcionando, sigue embarcando y facturando miles de toneladas de pasta celulosa, a la vez que contaminando con dioxinas las aguas del río.
Mientras el gobernador de Entre Ríos decide, por su cuenta, reunirse con el presidente electo del Uruguay y tras una tarde de asado, de mate y de vino invitar a los asambleístas de Gualeguaychú a levantar el corte del puente y esperar calladitos el fallo de La Haya , mientras eso pasa, Botnia vende el grueso de su paquete accionario a la corporación finlandesa UPM, transfiriendo además la Forestal Oriental (propietaria de 180 mil hectáreas) al citado holding, tal vez confiando en su poderío e influencia para sortear airosa la instancia judicial.
Examinando los cuatro despachos correspondientes al pasado 26 de enero, vemos que cada uno involucra en promedio 25 toneladas de pasta celulosa, a un valor CIF de 660,40 dólares. Haciendo una rápida cuenta, si recordamos que el plan de producción anual de de la planta Fray Bentos es de un millón y medio de toneladas, nos da un valor cercano a los mil millones de dólares anuales. ¡Vaya si tiene recursos, para pagar favores y comisiones!
¿Qué dejan las pasteras como Botnia, nos preguntamos, a cambio de lo que se llevan y del daño que producen a su alrededor?
…muy pocos se han enterado por estos días de la decisión, ciento por ciento democrática, que han tomado los asambleístas de Gualeguaychú, para cuando se conozca el fallo del tribunal de La Haya …. …Ellos decidieron convocar al pueblo, a todo el pueblo de Gualeguaychú, a una gran asamblea, donde la comunidad entera podrá votar, una vez conocido el fallo, si se levanta el corte del puente y si la lucha ambiental habrá de continuar de otras maneras y en otros escenarios. Extracto.. leer completo aquí