Su función consiste en robar el conocimiento existente en las comunidades indígenas y campesinas acerca de los usos medicinales de las especies autóctonas, para a continuación patentarlo, logrando así el monopolio legal de su venta a nivel mundial.
En algunos casos ni siquiera requieren acercarse a las poblaciones locales, sino sólo informarse, a través de publicaciones científicas o de divulgación, acerca de las propiedades de determinada planta y obtener algunas muestras de la misma.. ...Nuestra gente se ha pasado –gratuitamente- este conocimiento de generación en generación. A nadie se le había ocurrido patentarlo. Pero ahora –por lo menos en teoría- ya no nos pertenece, sino que es propiedad exclusiva.... leer en APF