La Asociación Gremial
del Magisterio de Entre Ríos (AGMER) repudia la brutal represión que la
policía del gobernador de Córdoba, Schiaretti, emprendió contra
estudiantes y docentes, que se manifestaban en inmediaciones de la
Legislatura en contra de la aprobación de una nueva ley de educación
provincial.
Más
de una decena de personas fueron detenidas, entre jóvenes estudiantes y
docentes, y varios de ellos golpeados y heridos. Sólo la presión de los
manifestantes y el accionar de abogados de los organismos de Derechos
Humanos lograron su liberación a la medianoche. No obstante, todos
fueron imputados por “violaciones al código de faltas”.
Resulta
sumamente preocupante que, en el último tiempo, cada semana haya que
lamentar las consecuencias de la represión a la protesta social en algún
punto geográfico de nuestro país. Que esto suceda está poniendo en
evidencia cuál es la opción de quienes dirigen nuestros estados: oponer
gases y palos allí donde hace falta decisión política y gestión
democrática.
Lo
sucedido ayer en Córdoba nos llena de estupor. Con represión, el
gobierno aprobó una ley de educación, cuestionada por el movimiento
estudiantil, los docentes y hasta el Consejo Superior de la Universidad
Nacional de Córdoba (UNC) por considerarla inconsulta, autoritaria y
retrógrada.
Uno
de los puntos más cuestionados de la nueva ley es el de restablecer la
enseñanza religiosa en el ámbito de la educación pública, marcando un
retroceso de más de medio siglo en conquistas históricas sobre las que
se consolidó el sistema educativo argentino. Además, se denuncia su
espíritu claramente corporativista y empresarial.
Ante
este atropello, AGMER expresa su apoyo a la lucha de la comunidad
educativa que salió a refrendar su compromiso con la defensa irrestricta
de la educación pública, laica, democrática y gratuita.
Comisión Directiva Central
AGMER