Tierra de nadie, tierra de todxs

La represión y/o criminalización continúa siendo la respuesta que el estado da a algunos conflictos sociales que no pueden ser invisibilizados ni acallados, en una sociedad donde existen profundas brechas sociales y económicas. Buenos Aires no es la excepción, más de un siglo de crisis habitacional ha dejado profundas secuelas. Actualmente son 3 millones los espacios usados como viviendas que tienen alguna deficiencia y están muy lejos de poder ser considerados como una vivienda digna. A lo que debe sumarse la imposibilidad de muchas familias de acceder a un alquiler, que es apenas una solución de corto plazo.

Todas estas problemáticas han carecido sistemáticamente de políticas públicas. La toma del parque Indoamericano puso de relieve esta situación, demostrando por un lado la decisión política de no construir viviendas y tampoco urbanización los barrios de emergencia, todos propuestas de campaña. Esto dejó al descubierto las carencias que hay, sobre todo en la zona sur de la Ciudad de Buenos Aires, en infraestructura escolar y de salud entre otras necesidades básicas sumado a la inacción del estado para dar una respuesta al conflicto social. 
Los medios masivos apostaron sus móviles mostrando lo que allí sucedía como si fuera un hecho anecdótico. No obstante omitieron decir que la toma de tierras es una metodología históricamente utilizada por las familias para acceder a la vivienda. En La Matanza hace más de 30 años que diversos asentamientos han concluido en barrios enteros establecidos en la actualidad, Villa Celina cuenta con los barrios de Vicente López, Sarmiento y José Hernández, nacidos hace muchos años de la lucha popular.

Las zonas de Villa Lugano y el Bajo Flores, son barrios donde la lucha por la vivienda es casi cotidiana al mismo ritmo que se producen los desalojos. Al principio del 2009 fueron desalojadas 100 familias que vivían en un edificio de Paseo Colón 1588. En esa oportunidad, Fernando Guzmán, integrante del Servicio Justicia y Paz organización que trabaja con la problemática de la vivienda expresó en un diario de tirada nacional: “Me parece que es la punta de lanza de una política que cada vez se clarifica más en el Gobierno de la ciudad, que tiene que ver con la limpieza de la zona sur. El objetivo es convertirla en un espacio exclusivo. Macri tiene una política clarísima de desalojo y de expulsión de los pobres de la Capital, a quienes además los quiere sacar de la vista. Las personas han pasado a ser feos paisajes. Son paisajes desagradables para la ciudad”. Una semana después se producía el desalojo violento de 10 familias de un edificio ubicado en Paseo Colón 1574. Más Información Sin embargo la población va encontrando, mediante la organización y la lucha, respuestas a sus necesidades. Una nueva característica de las recientes ocupaciones es el rechazo a toda conducción política partidaria por parte de quienes ocupan. Más allá del show mediático, las detenciones de individuos acusados de "cabecillas", e incluso más allá de los intentos de organizaciones sociales por controlar y conducir las tomas, lo cierto es que se puede hablar de un movimiento okupa sin otra dirección que la voluntad de las asambleas organizadas para la ocasión. Esta característica explica la permanencia de la toma que ni los terratenientes, ni los gobiernos pueden jaquear mediante la amenaza o la cárcel, para lograr su objetivo de disponer de las tierras para usufructúo comercial.  Publicado en Indymedia
 
 
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Allí estaban, las mujeres procesadas judicialmente como método de amedrentamiento para expulsarlas de territorios impregnados de intereses del negocio inmobiliario, allí estaban los cuerpos y las banderas haciendo solidaridad, allí estaba el comité de apoyo solidario. Y una emotiva alegría surge al saber el veredicto: “No serán desalojados”. Hubo una resistencia organizada y cientos de solidarias manos que empapelaron la ciudad informando que nueve personas estaban siendo enjuiciadas por luchar por vivienda digna. La organización y la lucha consiguieron que todas las personas fueran desprocesadas.