Queridos
amigos/as, camaradas, colegas, familiares y aparceros (los que caminan a la
par) y también a los desconocidos que visitan el blog que quienes seguramente son amigos por
conocer:
Mañana
por la noche estaremos reunidos y en familia conmemorando la Navidad (del
latín: nacimiento) de Jesucristo, para varias religiones el redentor y salvador
de la humanidad… sólo quedará por saber, sí redimidos y salvados, ¿por qué
amenazan con infiernos?, ¿por qué antes de nacer cargamos con culpas?, ¿porque
la tierra muchas veces se convierte en escenarios infernales?, ¿porque Dios
deja usar su NOMBRE por el “Señor de los Cañones” en guerras donde bombas “inteligentes” destripan niños
iraquíes, junto a sus ángeles desguarnecidos?; ¿porque Allāh (dios único
en árabe) querría que sus seguidores se inmolaran en estallidos del horror y el
espanto?…
Pero
no de esto quería hablar… Estuve husmeando un poco y aquí algunos datos que
pueden interesarles…
Para
algunos historiadores la celebración del nacimiento histórico de Cristo debería
situarse en entre abril y mayo, y al menos unos cuatro o cinco años antes de lo
que creemos. Ciertos eruditos sostienen que el 25 de diciembre fue adoptado
solamente en el siglo V como día de fiesta cristiana después de que el
emperador romano Constantino,
convertido al catolicismo, decidió alentar un festividad religiosa común para
los cristianos y los romanos paganos, quienes llegaban el día 25 al punto más
álgido de celebraciones de Saturno durante la
semana del solsticio…
En
esta fiesta pagana los niños recibían obsequios de todos los mayores que en
nuestras celebraciones cobrarían forma y nombre: Papá “Noel” (vocablo francés
que también significa navidad). A no confundir con ese generoso Santa Claus
cuya vestimenta es roja por el color de la etiqueta de Coca Cola, que vive en
el Polo Norte, y que se hace escribir cartas para que padres corran tras las
tiendas (por otro lado, todos sabemos que el Norte solo es generoso en violencia,
agotamiento de recursos…).
Nuestro
arbolito navideño tiene su raíz en la proximidad de los festejos con una
celebración nórdica al dios la de lluvia y la fertilidad Frey, en la cual el 26
de diciembre armaban un árbol perenne (yggdrasil, el árbol de universo).
Estas
y otras sincréticas y festivas creencias, llegadas a nuestras tierras con Colón
y luego españoles y más españoles, portugueses y anglosajones, paradójicamente
se impusieron mediante la horca, la hoguera y la persecución de las diversas
creencias de los pueblos de nuestra “América”.
Resulta
curioso, pero hubo un aniversario de la llegada de Colón que no existió en la
tierra que nos han prestado los abuelos, se pasó del sábado 4 de octubre al 15
en 1583, por la modificación del calendario establecida en el Concilio de
Trento: la de ajustar el desfase producido desde el Concilio de Nicea (325). El
concilio tridentino establecía además que los “indios” tenían alma (70 años
tardaron en advertirlo). Resulta también curioso, porque durante diez días en
nuestra historia no sucedió nada, no mataron ni torturaron a ningún indígena…
ni grito ni canto de pájaro… ni violencia ni muerte ni vida…
La
pascua debía celebrarse el domingo siguiente al plenilunio posterior al
equinoccio de otoño en nuestro hemisferio, y para mitad del siglo XVI por diez
días no coincidía y había que acomodar el calendario, de lo cual se encargó el
Papa Gregorio XIII, quien
vino a sustituir en 1582 el calendario
Juliano por el que lleva su nombre (Calendario Gregoriano).
Curioso
también el giro semántico, ya que de pascuas también hablamos, que han dado los
tradicionales huevos de pascua, que simbolizaba el duro corazón del Faraón que
no dejaba salir al pueblo hebreo. Posteriormente, los cristianos lo adoptaron
como símbolo de la vida.
En
fin solo quería ser breve y me ha costado un giro… Tal vez la navidad no sea el
día exacto del nacimiento de Jesús, tal vez no celebremos en una semana el 2008
de la era cristiana y estemos en el 2012 o 2013, pero parafraseando a Borges,
sí “un hombres es todos los hombres”, un nacimiento son todos los nacimientos…
Ese es mi deseo, un renacer, pero para renacer hay que romper cascarones, y el
huevo del hombre de estos días parece de cáscara resistente, y la vida del
planeta parece tan frágil…
Nuestra
historia no puede construirse con días perdidos, todos los días debemos
arremeter para torcer el destino, “la Tierra manda”… Mi deseo es de felicidades
oportunas, las de todos, no las que se construyen en un rincón del mundo para
sonreír solitos… FELICIDADES CONO MAYÚSCULAS APARCEROS, CAMINEMOS A LA
PAR POR UN MUNDO MÁS JUSTO.... FELICIDAD ES MI DESEO… PERO ANTES: CONCIENCIA DE
MUNDO Y DE HUMANIDAD
Jorge